Se trata de Estados con características comunes y de problemas bastante parecidos, semejanzas culturales, etc. Evidentemente, dentro de un mismo conjunto, cada Estado posee sus propias características. Pero es justamente comparándolas con la de los países vecinos como mejor pueden captarse esas particularidades y como mejor pueden comprenderse sus mutuas relaciones. Hay que decir también que, dada la complejidad del mundo en que vivimos, no hay un sola forma de representarlo. Por ello, las grandes «visiones» que subrayan, por ejemplo, la oposición entre centro y periferia; entre Norte y Sur; entre Este y Oeste; entre socialismo y capitalismo; entre cristianismo e islamismo, aun siendo útiles, son cada vez más insuficientes. Por todo ello, es preciso considerar las diversas representaciones del mundo, en nuestro caso del Mediterráneo, y mezclados entre sí. Finalmente, y en síntesis, para dividir el Mediterráneo en conjuntos geo políticos «homogéneas», se han tenido e...